La restauración pictórica requiere el empleo de diferentes técnicas
restaurativas en función del soporte en el que haya sido creada (pintura mural,
pintura sobre tabla o pintura sobre lienzo) y de la técnica constructiva
empleada (frescos a la cal, temple al huevo o a la cola, óleo, etc.).
Estas variedades morfológicas y constructivas hacen necesaria la
intervención de conservadores-restauradores especializados en las diferentes
materias que aseguren los tratamientos más adecuados a cada obra.
Las principales causas de alteración en general de cualquier obra de arte podrían básicamente resumirse en:
CAUSAS INTERNAS:
- COMPOSICIÓN QUÍMICA.
CAUSAS EXTERNAS:
- VARIACIONES DE LA TEMPERATURA.
- HUMEDAD.
- FACTORES FÍSICOS.
- FACTORES QUÍMICOS
- CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA Y PRESENCIA HUMANA.
- FACTORES BIOLÓGICOS.
- FACTORES HUMANOS.
Los movimientos
estructurales incontrolados producidos por asentamientos diferenciales del
edificio, por dilatación y/o contracción de los materiales en función de
los cambios termohigrométricos y la deformación del conjunto deriva de su
estado tensional, causando la fracturación de las capas de preparación de la
obra, dañándola físicamente y estéticamente. Su manifestación se concreta
en la superficie pictórica en forma de grietas y fisuras direccionales,
abolsamientos y desprendimientos.
Los desprendimientos y
abolsamientos se manifiestan como consecuencia de la descohesión entre los
distintos estratos que forman las capas de preparación previos a la
pintura (tanto capas internas como externas) creando bolsas de aire.
La Humedad es la causa
principal de las alteraciones por que inicia diferentes procesos o reacciones
secundarias de las que derivan:
- A-La desintegración de las estructuras o de las pinturas que cubren la superficie de los muros.
- B-La migración y la recristalización de las sales solubles.